Aislar falsos techos de escayola es muy sencillo y económico, con el sistema del aislamiento insuflado. La pregunta que hay que hacerse es: Escayola Techo: ¿ Cuanto peso aguantará ?
Tratándose de una tecnología artesanal, no existe una carga exacta, según la cual se pueda aplicar un peso del aislamiento que se va a inyectar posteriormente entre el forjado y el falso techo de escayola.
Sin embargo si se puede evaluar y deducir de cientos de falsos techos que hemos insuflado, que no conviene arriesgar una carga superior a los 12 kg/m2, si el falso techo de escayola es horizontal.
Si el falso techo de escayola es oblicuo, inclinado, se puede aumentar algo la carga, ya que habrá una componente de carga vertical y una horizontal, aplicando fórmulas de trigonometría en función del ángulo de la inclinación.
En este blog veremos que opciones tenemos de aislamiento y porqué las cavidades encima de la escayola techo deben rellenarse siempre.
¿ Porque hay que rellenar todo el espacio en un falso techo de escayola con aislante ?
Una gran parte del efecto del aislamiento consiste en eliminar cavidades por las que se filtre el aire y genere corrientes que se lleven la energía del hogar.
Las cavidades cuanto mayores espesores tienen, mayores corrientes generan.
En ese contexto un aislamiento solo parcial, permitiendo por encima de el una cámara de aire, aunque reducida, restará mucho efecto al aislamiento.
Por ello lo mejor, si es posible, es rellenar totalmente el espacio entre forjado y falso techo.
La pregunta que entonces ha de hacerse es : ¿La escayola techo aguantará el peso ?
¿ Que materiales escoger para aislar una escayola techo ?
Dentro del mundo de los aislamientos térmicos insuflados, disponemos de las siguientes alternativas:
- Lana mineral blanca virgen Superglass: 18 kg/m3
- Lana de roca Rockwool: 55 kg/m3
- Celulosa Isocell: 40 kg/m3
- Corcho Amorim: 70 kg/m3
Parece evidente que la lana mineral blanca virgen, en este caso particular, será el material favorito por su peso ligero, en estado insuflado. Dividiendo 12 kg/m2 de sobrecarga máxima entre su peso de 18 kg/m3 obtendremos un espesor máximo de 66 cm de altura, que podremos rellenar íntegramente, sin riesgo de caída del falso techo.
Si escogiéramos otros aislantes tendríamos que hacer el mismo ejercicio obteniendo las siguientes alturas máximas para aislamiento insuflado:
Lana mineral blanca virgen Superglass: 66 cm
Lana de roca: 22 cm
Celulosa: 30 cm
Corcho: 17 cm
Principio de cautela:
Los valores aquí publicados son valores deducidos de la experiencia y no tienen fundamento teórico porque la escayola techo es una tecnología totalmente artesanal. Desconocemos datos del falso techo, desconocemos si hay fisuras u otras cargas de lámparas pesadas o similar, que pudieran comprometer la capacidad de carga del falso techo.
Por ello es necesario revisar muy bien el espacio del falso techo a insuflar, antes de comenzar con los trabajos, y en caso de duda siempre será mas seguro no agotar los pesos aquí indicados.
Una fisura en el falso techo de escayola nos indica que la capacidad portante podría estar comprometida. Aquí podría cambiarse el método de aislamiento pasando del insuflado a un soplado. Significa que al instalar el aislamiento este no se inyecta a presión, sino se riega por encima de la escayola, reduciendo de esta forma el peso. Al escoger un material habría que ir al mas ligero, que es la lana mineral blanca virgen de Superglass.
¿ Que hacer cuando el falso techo de escayola tiene un espesor libre mayor ?
En este caso habría que estudiar medidas de que aseguren
- refuerzo de la sobrecarga
- cambio de techo, pasando de escayola a Pladur reforzado
- Medidas que aseguren la total estanqueidad del recinto a insuflar, e insuflado parcial
- Cambio de la tecnología de insuflado por la de soplado. En el caso del soplado se pueden reducir las cargas 2/3. Significa que si soplamos lana mineral blanca Superglass y no la insuflamos a presión, conseguiríamos una altura de 1,0 m. Con el soplado, la densidad del material pasaría a ser de 12 kg/m3, con una carga de 12, 0 kg/m2.
