El aislante térmico de lana de roca

El proceso de fabricación del aislante térmico de lana de roca implica calentar la roca en horno a altas temperaturas a una temperatura de aprox. 1500˚C. La roca se mezcla con coque y se calienta hasta llegar a la temperatura límite.

Se vacía el contenedor dejando que un chorro de magma caiga por gravedad hasta introducirse en un cubo con perforaciones que rota a gran velocidad. A través de las perforaciones del cubo sale el magma centrifugado con hilillos finos que se van enfriando.

De esta forma obtenemos fibras que se forman, se aglutinan con ayuda de azucares y se comprimen formando placas, rollos, coqueras, borras, etc..

Por último se cortan formando las medidas de paneles, rollos, borras, etc.. en el formato deseado. En el principio del proceso se sacan las borras, que no requieren aglutinarse con azucares, obteniendo así el material en forma de copos o flóculos de lana de roca para insuflar o soplar.

¿Cuáles son las características del aislante térmico de lana de roca?

1. Rendimiento térmico

La conductividad térmica, cuanto mas baja sea mayor es el rendimiento térmico. Sirve para medir el rendimiento sobre todo en invierno. En el caso de la lana de roca en forma de borra  es muy baja, cuando se aplica como insuflado del orden de 0,036 W/mk a 0,038 W/mK dependiendo del producto que se instale.

Cuando aplicamos la misma borra del aislante térmico de lana de roca proyectado o «soplado» sin embargo sube la conductividad y baja su rendimiento hasta un Lambda de 0,045 W/mK. Ello se debe que al instalarse suelta, se crean mayores volúmenes de aire encapsulados. 

Así es mas fácil que el aire salga de la cápsula. Pero podemos compensar esta bajada con mayores espesores. Por ejemplo instalando una capa de 20 cm. Por ello se trata de un buen aislamiento térmico que funciona por interrupción del fluyo de calor (aislamiento de la conducción).

El aislante térmico de lana de lana de roca se compone de 2 materiales, la propia lana y el aire que queda atrapado dentro de ésta. Durante el proceso de producción para la formación de los paneles, las fibras se comprimen y atrapan aire entre ellas. Este aire en reposo reduce sustancialmente la capacidad del materiales de aislamiento para transmitir el calor por conducción.

2. Características hidrófilas del aislante térmico de lana de roca:

El aislante térmico de lana de roca se puede considerar como un aislante no hidrófilo según la normativa CTE ya que no retiene humedad mas allá de un 5%.

A la vez es permeable al vapor de agua. Esto es importante porque de esta forma permite que el vapor de aire en el interior de la vivienda, pueda salir a través de la sección constructiva del aislamiento, que siempre debe permanecer seca y con la menor cantidad de vapor posible. 

Por lo tanto el aislante térmico de lana de roca se puede considerar un material seguro porque ayuda a prevenir problemas derivados de condensaciones intersticiales en fachadas y cubiertas donde se instala.  Como también es un material inerte, es decir inorgánico, no permitirá que se forme moho.

Ello no significa que no haya que estudiar bien la sección constructiva de la fachada a la hora de instalar el material. Por muy permeable que sea un material, si hay componentes en la fachada que hacen de barrera al exterior (betún, acero, etc…) tendremos que considerar colocar una barrera de vapor en el interior para evitar que el vapor penetre en la sección constructiva.

Finalmente al no absorber agua, el aislante térmico de lana de roca es un aislante idóneo para instalar en falsos techos, sobre todo si pasan tuberías o conductos de agua, que pudieran generar goteras en algún momento. Al dejar pasar el agua, el material no aumenta su peso, garantizando así la seguridad de la sección constructiva.

El código de edificación CTE considera que los aislamientos insuflados en cámara, deberán ser «no hidrófilos», es decir «no absorbentes». Por ello es un material que cumple a rajatabla las exigencias del CTE.

3. La mejor clasificación A1 en relación al comportamiento frente al fuego

Debido a que se trata de un material de origen volcánico, que es incombustible, este material lo tiene fácil para conseguir y ofrecer su excelente comportamiento al fuego. Es ignífugo y resistente a altas temperaturas.

Su clasificación de resistencia al fuego A1 permite cumplir fácilmente con las exigencias de la normativa de seguridad en caso de incendio para edificios públicos, espacios protegidos como escaleras de evacuación, fachadas de edificios altos

4. Sostenibilidad: Contenido reciclado de la lana de roca

El aislante térmico de lana de roca es reciclable y contiene un porcentaje importante de lana reciclada, por ello se puede considerar un material sostenible, reciclado y ecológico.

Su vida es mas longeva que el edificio, al tratarse de roca volcánica. No se degrada con el tiempo.

5. Propiedades mecánicas: 

El aislante térmico de lana de roca tiene propiedades mecánicas, tales como que tiene un formato y una resistencia a la compresión que no se altera y es resistente, a la vez que tiene propiedades elásticas. Este material aislante lo hace idóneo para revestir fachadas por ejemplo, en el caso de fachadas ventiladas o fachadas tipo SATE (Sistema de aislamiento exterior térmico en la envolvente).

6. Propiedades acústicas:

Su comportamiento acústico hace que reduzca el ruido procedente de la calle o de los vecinos, gracias a su poder de absorción y su alta densidad. Los materiales absorbentes como el aislamiento térmico y acústico de lana de roca están muy cotizados en las soluciones de aislamiento acústico.