El sistema de ventilación con recuperador de calor que proponemos, es dentro del mundo de la ventilación mecánica controlada vmc, un sistema de ventilacion ideal para viviendas existentes, que requieran una reforma en la que se cambien carpinterías de baja calidad por carpinterías de alto rendimiento térmico y sobre todo estancas.
Se trata de un sistema de ventilación mecánica, que al extraer el aire viciado del espacio interior, logra filtrar el aire que proviene del exterior aumentando la calidad del aire, intercambiando aire húmedo del interior de la vivienda por aire seco exterior.
Estos tipos de sistemas y tipos de ventilación de doble flujo reducen el consumo energético y aumentan la eficiencia energética a la vez que aumentan la calidad del aire interior.
La ventilación de doble flujo se puede realizar mediante uso de ventiladores Zehnder con intercambiador entálpico o ventilación de simple flujo con 2 ventiladores SEV que admiten admisión y extracción sucesivamente y van cambiando de dirección de impulsión cada minuto, asegurando con el intercambiador de calor el ahorro de energía. .
En el esquema de la vivienda a la derecha podemos observar que hay 2 ventiladores con recuperación de calor cerámicos, mientras que en el baño y la cocina funcionan solo las extracciones, para asegurar la salida de vapores.
¿ Como funciona un sistema de ventilación con recuperador de calor ?
Un sistema de ventilación con recuperador de calor es un equipo diseñado para mejorar la calidad del aire interior de un espacio cerrado, al tiempo que minimiza la pérdida de energía al recuperar parte del calor presente en el aire de salida y transferirlo al aire fresco de entrada. Esto es especialmente útil en climas fríos, donde la calefacción es necesaria durante gran parte del año.
Aquí te explico cómo funciona generalmente un sistema de ventilación con recuperador de calor:
Toma de aire fresco: El sistema toma aire fresco del exterior, que a menudo está más frío durante el invierno o más caliente durante el verano.
Filtración: Antes de ingresar al sistema, el aire fresco pasa a través de filtros para eliminar partículas y contaminantes, mejorando así la calidad del aire interior.
Intercambio de calor: En el corazón del sistema se encuentra el recuperador de calor (también conocido como intercambiador de calor). Puede ser entálpico o cerámico. El recuperador entálpico consta de dos conducto de lamelas finas separadas, unas por donde fluye el aire fresco entrante y otro por donde fluye el aire viciado que está siendo expulsado del interior. Estos conductos están dispuestos de manera que estén en estrecho contacto uno con el otro, pero sin mezclarse. El calor puede transferirse a través de las paredes de los conductos sin que los dos flujos de aire se mezclen directamente. En el caso del recuperador cerámico, la entrada y salida de aire se alternan por el mismo equipo cada minuto durante un minuto.
Transferencia de calor: Durante el invierno, cuando el aire exterior es más frío que el aire interior, el calor del aire interior se transfiere al aire fresco entrante a medida que pasan cerca uno del otro en el intercambiador de calor. Esto precalienta el aire fresco, de modo que no es necesario calentarlo tanto una vez que ingresa al edificio, lo que ahorra energía.
Distribución: Una vez que el aire fresco ha sido precalentado (y posiblemente humidificado), se distribuye por todo el edificio a través del sistema de conductos y difusores.
Extracción de aire viciado: Al mismo tiempo, el aire viciado se extrae del interior del edificio y pasa por el conducto separado del intercambiador de calor. Parte de su calor se transfiere al aire fresco entrante.
Ahorro de energía: La transferencia de calor entre el aire fresco y el aire viciado reduce la cantidad de energía necesaria para calentar el aire fresco entrante durante el invierno. Esto puede resultar en ahorros significativos de calefacción.
En resumen, un sistema de ventilación con recuperador de calor mejora la calidad del aire interior al tiempo que reduce la pérdida de energía al transferir calor, entre el aire fresco entrante y el aire viciado saliente. Esto es beneficioso tanto para el confort de los ocupantes como para la eficiencia energética del edificio.
