Las compañías madereras, al igual que las demás industrias, producen una serie de desechos. Una forma sostenible de evitar que dichos desechos de celulosa obtenidos, se conviertan en contaminantes, es reutilizarlos. Ya se trata de bagazo de caña de azúcar, restos de maderas y demás. Conozca los usos de la fibra de celulosa, la cual tiene diversas aplicaciones de enorme utilidad, como veremos a continuación.
¿Qué es la fibra de celulosa?
La celulosa es un componente de las plantas, aunque es posible encontrarlo en mayor cantidad en la madera. Tiene la cualidad de ser un material biodegradable y también renovable. Se trata de un biopolímero realmente abundante formado por macromoléculas y que, además de las plantas, lo producen algunos seres del reino protista. La celulosa fue sintetizada por primera vez en 1838 por el químico Anselme Payen y su fórmula química es C6H10O5.
Posteriormente, se usó la celulosa para producir el celuloide, un polímero termoplástico para películas fotográficas. También se usó para producir el rayón, un tejido artificial, y para principios del siglo XX, para crear el celofán.
La madera es abundante en celulosa, ya que la contiene un 50 %, pero lo es más el algodón, con más del 90 %.
Finalmente, el uso de la celulosa generada como material aislante resultó como consecuencia de sus propiedades aislantes de sus fibras naturales, proporcionando una alternativa económica y ecológica frente al uso de otro tipo de materiales más contaminantes.
¿En qué se usa este material?
Además del papel, uno de los usos de la fibra de celulosa es la obtención de un gel de fibras de nanocelulosa, el cual, al aplicarse a otros materiales como el papel, le da mayor resistencia. Pero también se utiliza en la industria de los alimentos como espesante, así como se usa en cosmética. Al combinarse con nanoplata, se obtiene un compuesto bactericida, pero también en autopartes.
El acetato de celulosa se utiliza en placas, películas fotográficas, cinematográficas, fibras. La nitrocelulosa se usa para la fabricación de lacas y tintas brillantes, así como plastificada, con el fin de minimizar el riesgo de incendio y explosión.
Pero otro uso muy extendido de la fibra de celulosa en la actualidad, es en aislamiento térmico de viviendas, para el invierno, pero sobre todo para el verano, por su efecto de “inercia térmica”.
Aislamientos con celulosa
La fibra de celulosa es un aislante térmico que es ecológico y protege tanto cubiertas de palomeros y tejados como falsos techos y trasdosados de pladur.
Se obtiene por la trituración de papel periódico, de forma que esas tiradas no se desperdician, por medio de un tratamiento especial y mezclado con sales bóricas. De esta forma, adquiere características ignífugas, insecticidas y fungicidas.
Destaca de otro tipo de aislantes por ser totalmente ecológico y respetuoso con el medio ambiente. Nuestra fibra de celulosa tiene una conductividad térmica baja, similar a la de nuestra fibra de vidrio, corcho o lana mineral. Por ello resulta perfecta para el aislamiento.
La fibra de celulosa regenerada mezclada con sales de borax protege la estructura de la vivienda contra el fuego, y evita que se propague la llama. Aguanta altas temperaturas hasta poco más de los cien grados centígrados. Es adaptable a cualquier cavidad, regula la humedad evitando hongos y su instalación es rápida y sin obras.
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Ahora que conoces las ventajas y usos de la fibra de celulosa, seguramente querrás aislar tu hogar para disfrutar de una temperatura agradable todo el año y ahorrar energía. En Aísla y Ahorra aislamos paredes sin obra y en muy poco tiempo, además de usar fibra de celulosa. Conoce más de este proceso y de otros aislantes en nuestra web en donde podrás contactarnos y conocer todos nuestros servicios. Visítanos en c/ Colmenas 14, 28280 Colmenarejo (Madrid), también puedes escribirnos al correo csilvaburgos@aislayahorra.es para solicitar mayor información.