La temperatura ideal en una casa en invierno

Como mencionamos antes, cada uno tiene sus propias filias y fobias, pero lo recomendado por los expertos en base a la carta bioclimática, que es un diagrama donde se puede situar al habitante de una vivienda, en base a temperatura, humedad relativa y absoluta, etc…,es controlar la temperatura y fijar el termostato del sistema de calefacción a una temperatura óptima entre 21 y 23 °C en invierno.

Si para ti la temperatura de confort genérica te parece ligeramente elevado, bastará con andar más ligero de ropa y ya está. Pero si, por el contrario, eres una persona más friolera, ¡no aumentes el termostato de la calefacción en casa para evitar sensación de frío! Necesitarás abrigarte un poco más con una sudadera u otra prenda ligera.

Lo que sí es importante es fijar el termostato a la temperatura antes mencionada al encender la calefacción y no modificarlo. De esta forma habrá un ahorro significativo en cuanto a la factura de luz y a la energía en sí. Ahorrar dinero en la energía es uno de los objetivos que persigue el instituto para la diversificación y ahorro energía idae, y tiene multitud de publicaciones editadas al respecto.

De lo contrario, si no se controla la temperatura de la calefacción, se corre el riesgo de caer o bien en el consumo excesivo o bien en la posibilidad de afectar la salud propia o de las demás personas con quienes compartimos el hogar. Ahora bien, ¿hay otras formas de que, sin tocar el termostato, nuestra vivienda tenga una temperatura más agradable?

Temperatura ideal para cualquier temporada del año

Mencionamos hace un momento que la temperatura perfecta para una vivienda en invierno ronda los 21 y los 23 grados. Pero esto también aplica a la temporada veraniega, así como al resto del año. Es decir vale para calefacción o aire acondicionado.

Es verdad que la sensación térmica, sobre todo en referencia a al temperatura exterior, puede variar en cada persona, o que también depende del tipo de ropa -materiales con que está confeccionada- y también de las actividades que realicemos, si tenemos una actividad activa o una actividad pasiva.

Ahora bien, esta temperatura está condicionada tanto por factores externos (temperaturas bajas, en este caso), como también por la humedad relativa.

Esta última se refiere a la relación entre la cantidad de vapor de una masa de aire y la capacidad más alta que pueda tener, por eso se le liga tanto con la sensación térmica. Esto es, que si el exterior, además de frío, está húmedo, sentiremos más frío.