En Aísla y Ahorra tenemos muy claro que la seguridad de nuestros clientes es lo primero, por ello solo usamos aislantes térmicos resistentes al fuego en caso de incendio.
En las cavidades de las fachadas, no solemos tener aire en el interior de estas, una vez insufladas con aislante térmico, por lo que se dificultaría una combustión debido a la falta de oxígeno.
No obstante hay casos en los que las cavidades pueden estar abiertas, y por lo tanto aquí si es interesante considerar siempre la resistencia al fuego.
En fachadas solemos insuflar lana de roca (basalto, coque) o lana mineral blanca virgen (fibra de vidrio).
Como las materias orígenes de ambos materiales son incombustibles, su aislamiento también lo es.
La lana de roca aguanta bien temperaturas hasta los 1.000 grados Cº, mientras que la lana mineral blanca virgen no debe emplearse con mas de 400 ºC, para no perder sus características. Ambos materiales tienen la clasificación A, la máxima clasificación posible en cuanto a resistencia al fuego.
En cubiertas, falsos techos o trasdosados, nos gusta emplear celulosa, a causa de sus excelentes propiedades de inercia térmica.
Este material no es incombustible, pero si tiene propiedades ignífugas, es decir no propaga la llama, gracias al retardante de sales de borax que contiene, lo cual que patente en su certificación clase B-s2,d0
Nuestros instaladores están formados para aplicar este material solamente en aquellos lugares en los que sea totalmente seguro hacerlo.
Finalmente tenemos el corcho expandido. Este corcho ha sufrido un tratamiento con vapor a 250ºC, de manera que obtiene propiedades ignífugas (no propaga la llama). Su clasificación es de tipo E, si bien no propaga la llama y su combustión es muy lenta.
Solamente debe instalarse en zonas seguras, que no estén en contacto con materiales con temperatura superior a 130ºC, y/o que no tengan acceso a oxígeno. Para asegurarnos 100% de ello rodeamos perimetralmente, en su caso, el corcho con franjas de lana de roca. Por ejemplo si estamos próximos a una chimenea.
¿ Como aseguramos la instalación de aislantes térmicos resistentes al fuego ?
Las fichas técnicas de los materiales nos ayudarán a aclarar si se puede asegurar la instalación de un aislantes térmicos resistentes al fuego.
La norma UNE-EN 13501-1 establece las categorías de clasificación de resistencia al fuego para productos de construcción, incluidos los materiales aislantes térmicos resistentes al fuego. Estas categorías se utilizan ampliamente en Europa y en muchos otros lugares para evaluar y clasificar la resistencia al fuego de los materiales. Las categorías principales según esta norma son las siguientes:
- Clase A1: Materiales no combustibles.
- Clase A2: Materiales prácticamente no combustibles.
- Clase B: Materiales combustibles con baja contribución al fuego.
- Clase C: Materiales combustibles con contribución moderada al fuego.
- Clase D: Materiales combustibles con contribución alta al fuego.
- Clase E: Materiales combustibles con contribución muy alta al fuego.
- Clase F: Materiales no clasificados o no se pueden clasificar.
Es importante destacar que las clasificaciones de la Clase A1 y A2 indican materiales con una excelente resistencia al fuego, con la Clase A1 siendo no combustible y la Clase A2 siendo prácticamente no combustible. Las clases B, C, D y E indican materiales combustibles con diferentes niveles de contribución al fuego, siendo la Clase B la de menor riesgo y la Clase E la de mayor riesgo.
Estas clasificaciones se obtienen mediante la realización de pruebas específicas de resistencia al fuego según los procedimientos detallados en la norma UNE-EN 13501-1. Los resultados de estas pruebas determinan en qué categoría se clasifica un determinado material en función de su comportamiento ante el fuego.